Sucede muy a menudo que, una vez una empresa dispone de una página web hecha con mayor o menor fortuna, cree que ahí termina el trabajo, su trabajo, en relación a la presencia en internet.
Ya tenemos web, ahora todos vuelta al trabajo. Al trabajo habitual, normal, al de antes de dedicarse al diseño y desarrollo de la web, al de antes de que alguien les convenciera de que tenían que tener una presencia en internet.
Ya tenemos web. Volved al trabajo.
Porque muchas empresas siguen sin identificar la web, internet, como una fuente de trabajo, un canal de comunicación, de conocimiento, de venta.
Y esto ocurre hoy en día en una gran cantidad de pequeñas y medianas empresas, que siguen creyendo que el trabajo en internet termina cuando se ha puesto la web en la red.
Por establecer una analogía, imaginemos que una empresa decide realizar un folleto comercial para la promoción de sus productos o servicios. Se contrata una empresa de publicidad o una agencia de diseño, se redactan contenidos, se realizan fotos, maquetación, imprenta… y los folletos, después de todo este trabajo, llegan a la empresa, nuevecitos, oliendo a tinta todavía.
¿Qué hace la empresa a partir de ese momento? A cualquiera se le ocurrirá que lo que la empresa debe hacer es distribuir los folletos por los canales que considere adecuados para dar a conocer los productos o servicios publicitados en el mismo. Correo postal, ferias, puntos de venta… todos aquellos lugares en los que se puedan encontrar posibles clientes a los que hacer llegar el mensaje.
Si esto es así en el caso de un folleto publicitario, ¿no habría que trasladar este modelo a la presencia en internet? No hacer ningún tipo de acción de promoción tras la puesta en marcha de la web equivaldría a almacenar los folletos en lo más profundo y oscuro del almacén conforme llegan de la imprenta.
En esencia, el conjunto de acciones que debemos llevar a cabo para ‘sacar el folleto a la calle’ son las siguientes:
1. Posicionamiento
Por eso, habrá que hacer acciones de posicionamiento web (el conocido SEO) para que quien no nos conoce pueda saber de nosotros y de los productos o servicios que ofrecemos en la web.
Y para que quien ya nos conoce alcance a saber máas de nuestro trabajo, más de nuestro catálogo de productos o servicos.
2. Visibilidad
Habrá que tener presencia activa en las redes sociales para obtener visibilidadentre quienes no saben de nosotros, visibilidad que nos de un posicionamiento y, como consecuencia, una reputación.
Y para obtener la fidelidad y recomendación de quienes ya son nuestros clientes.
3. Comunicación
Será necesario establecer un sistema de comunicación periódica con los clientes actuales -a través de las redes sociales y con el uso de las newsletters- para conseguir no solo que conozcan las novedades en productos o servicios, sino su recomendación: convertirles en nuestros vendedores.
4. Fidelización
Así, el conjunto de acciones de marketing online nos proporcionará una visibilidadque, bien gestionada, se traducirá en el posicionamiento, no ya solo de la web, sino de la marca, de la empresa. Fruto de ese posicionamiento obtendremos una reputación, que no es otra cosa que lo que los demás opinan, dicen de nosotros; y si conseguimos una reputación positiva las acciones de fidelización conseguirán que la marca alcance influencia en su grupo de clientes convirtiéndoles en prescriptores de la marca.